El Día Internacional del Cuidado del Oído y la Audición se celebra el 3 de marzo de cada año, y fue establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 2007. El objetivo de este día es sensibilizar a la población sobre la importancia de cuidar nuestra audición y prevenir la pérdida de audición.
La pérdida de audición es un problema de salud pública que afecta a personas de todas las edades en todo el mundo. Se estima que más de 466 millones de personas en todo el mundo tienen alguna discapacidad auditiva, y se prevé que esta cifra aumente 2.500 millones de personas con pérdida auditiva para el 2050. Además, la exposición prolongada a ruidos fuertes y la contaminación acústica son factores de riesgo importantes para la pérdida de audición.
- Los problemas del oído y la audición se encuentran dentro de los problemas más comunes enfrentados en la comunidad.
- Más del 60% de estos pueden ser identificados y abordados en el nivel de atención primaria
A continuación, respondemos a dos preguntas frecuentes en nuestros pacientes y que son la oportunidad de cuidado auditivo.
¿Cómo podemos protegernos de los sonidos fuertes? ¿Qué es la escucha sin riesgos?
Cuando hablamos de «escuchar sin riesgos», nos referimos simplemente a las formas de escuchar que no ponen en peligro la audición.
Los factores que afectan a la audición son el volumen, la duración y la frecuencia de la exposición a sonidos intensos. El riesgo aumenta con el volumen y la duración; por ejemplo, se pueden escuchar 80 dB de sonido sin peligro hasta 40 horas a la semana. Sin embargo, cuandoel nivel sonoro es de 90 dB, el tiempo de escucha seguro es de solo 12,5 horas semanales. Para proteger la audición, se recomienda:
- No subir demasiado el volumen: ajustarlo al 60% del máximo que ofrezca el aparato. Lo recomendable es no superar un promedio de 80 dB. A tal efecto, se pueden usar aplicaciones que ayudan a controlar el volumen.
- Usar audífonos (auriculares) que cancelen el ruido y ajustárselos bien para no tener que subir el volumen en los lugares ruidosos.
- En los lugares ruidosos, protegerse los oídos, por ejemplo, con tapones.
- Mantenerse a distancia de las fuentes de sonido, como los altavoces, las máquinas ruidosas, etc.
- Limitar el tiempo dedicado a realizar actividades que generen mucho ruido y, si es necesario exponerse a sonidos fuertes, conviene hacer pausas con frecuencia para que las células sensoriales de los oídos se recuperen.
- Controlar los niveles de ruido. Con ese fin, se pueden emplear aplicaciones para teléfonos móviles y elegir aparatos equipados con funciones que permitan controlar la exposición.
- Reconocer los signos que nos advierten de la pérdida de audición. Si se nota un zumbido persistente en el oído (acúfenos), se oyen menos los sonidos agudos o se encuentran dificultades para seguir conversaciones, hay que con consultar a un profesional.
Estoy en línea todo el día. ¿Es peligroso para mi audición?
Debido a la pandemia de COVID-19, muchas personas quedaron y se adaptaron a una modalidad home office y/o clases, para lo cual se conectan a través de un ordenador u otros equipos durante muchas horas al día. Aunque esta actividad no tiene por qué acarrear riesgos, conviene seguir estas recomendaciones para evitar la pérdida de audición:
- Usar los altavoces integrados en el aparato o altavoces externos, de modo que los audífonos se empleen lo menos posible.
- Si utiliza audífonos, escogerlos con funciones de escucha sin riesgos, como el control del volumen y la cancelación del ruido. También es importante ajustárselos bien.
- Mantener el volumen por debajo del 60% del máximo que ofrezca el aparato.
- Cuando no esté en clase o trabajando, debe tomar descansos en un espacio tranquilo y lejos del ordenador o del aparato que utilice, para que sus oídos descansen.
- Limitar la exposición a lugares ruidosos antes y después de sus actividades en línea.
Fuente: https://www.who.int/es/multi-media/details/tips-for-healthy-ears